07 febrero, 2007

El Ocaso del *Oficinismo

Aunque por diferentes motivos, los tres sobrevivientes de la revista eu! hemos salido por la puerta de nuestras oficinas.
El placer, inmenso, inconmensurable que yo siento no tiene nomenclatura posible.
He dejado de ser un plebeyo, un macaco, un che (pibe), un muchachín con cara de culo.
Ahora me enfrento al espejo y, aunque lejos de gustarme, me caigo más simpático.

*Dícese Oficinismo, al síndrome cuyo efecto invernadero lima y humecta nuestras paredes craneánas, con el único fin de eliminar toda aquella célula capilar existente. Con el tiempo, a corto o mediano plazo, provoca calvicie y confusión. De Oficinista, apunado, alienado. Correcaminos, maletín en mano.

4 comentarios:

silvia camerotto dijo...

'siéntese' cómodo. no hay edad para ser un che pibe ni sexo. está bueno salir por la puerta.

Unknown dijo...

Yo también me caigo simático pero la gente no me quiere más, sino menos.
Creo que soy un paria.
Cordialmente,
Yo.

silvia camerotto dijo...

«generalmente se aprecian alteraciones secundarias a hiperactividad del sistema simático como taquicardia, hipertensión arterial, pupilas dilatadas, etc.» (sic).
niño errante: debe còmprender que usted no es un paria. los parias, siempre, son los otros.
un saludo.

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Vos sos un chico sensible.
¡Pardo!