29 noviembre, 2006

Ser

Mañana es el día.
El límite de mi amateurismo.
También la inflexión de mis decisiones.
No soy lo que quiero señores, quizás los/me abandone.

18 noviembre, 2006

Sobre la historia (gracias sr. Hobsbawm)

Algún profesor dijo una vez que para entender la historia de un país de manera crítica, no hay que haber nacido en él.
Y me generó una gran duda.
David Rock, John Lynch, entre otros, son anglosajones que se dedicaron a escribir sobre Argentina. De hecho, David Rock se mandó una grosería que se llama "Argentina 1516-1987. Desde la colonización española hasta Alfonsín". Grosería en el buen sentido, quiero decir: escribir historias tan extensas en el tiempo no es joda.
Pero estaba en la duda.
Una vez escuché a Carlos Fuentes (ese escritor mexicano tan, pero tan repugnantemente soberbio) hablar sobre el peronismo: pensé "este tipo no entiende nada".
¿El que no entiende nada es él o el que no entiende nada soy yo?
El peronismo es uno de los grandes misterios historiográficos que, por su magnitud y más aún por su cercanía (temporal, material, ideológica, espiritual), se nos hace muy difícil a los argentinos desentrañar.
Aún así, tengo la impresión de que esa misma cercanía, y ese llevarlo en la sangre (seamos o no peronistas, lo llevamos), nos da cierta ventaja. Pero puedo estar categóricamente equivocado.
Uno de los ejemplos que dio mi profesor para darse la razón fue el análisis que se hace en todo el mundo de la esquizofrenia de Bush, mientras que en su propio país lo siguen votando (aunque ya no tanto) y tiene a muchos intelectuales justificando sus quimeras.
Aunque creo que haber nacido en el país que se analiza, con sentido crítico, vale más que la ventaja de ser un extranjero.
Ahí está el asunto. La visión crítica.
Ser local, tener nuestro cuerpo teñido de la sangre que nos costó (y nos cuesta) andar en la historia y descubrirnos, entender perfectamente los horrores que se nos presentan, comprender lo injustificable, nos sitúa como protagonistas. La visión crítica, nos da la posibilidad (tan pequeña, tan maravillosa) de cambiar el rumbo de nuestra propia historia.

05 noviembre, 2006

De los domingos y la resaca

Cuando empiezo a escribir esto son las 15:53.
Sucede lo siguiente.
A todos (o casi) los que hacemos y los que leen este magnífico blog, alguna vez nos pescó la resaca. Una noche de excesos, o tal vez de alegrías, quién sabe, o tristezas encubiertas tras la espuma de una cerveza o el color pardo metálico de un Criadores. Los tres toritos de la etiqueta sonríen pero nada dicen del querosén que hay adentro.
Los sábados uno sale, tiene alguna fiesta, y si no hizo los cálculos (casi siempre míticos) corporales correspondientes, al otro día se le parte la cabeza, está abombáu, en una de ésas náuseas, qué se yo. Una vez me dijo un médico, cuando acudí contrariado a una guardia diciendo que me dolía el hígado (y señalándome la parte izquierda de la panza, a lo que el profesional, que por algo tiene un título, dijo "el hígado está del otro lado"): "Pero vos tenés resaca, pibe".
Desde EU!, tenemos la teoría de que sin resaca, el pedo pierde misticismo. Así que, abajo la Falgos. Queremos que ud., entrañable lector, nos cuente qué hace para sobrellevarla. Por ejemplo, yo me como mi platito de arroz, Coca o jugo (algo dulce) para acompañar, y alguna galletita tipo Rumba de postre. Ahí todo vuelve a la normalidad. En caso de que la cosa esté fiera (como hoy), un Sertal también. El Sertal cura todo.
Coméntenos qué hace para superar ese estado tan magnífico, fuente de anécdotas en estado bruto, e insoportable que es la resaca. Le damos la palabra (posta que le respondemos).

03 noviembre, 2006

Señor Oficinista, ahora Part Time

Tenés, aproximadamente, treinta centímetros de visibilidad.
La noche anterior no fue tan larga como otras, ni tan humeante como muchas.
El aparatito de lata con campanitas y cuerda ya no corre. Hoy, su reemplazo, tu telefono de última generación ladra una sierena de incendio.
6:30 a.m.
Es muy temprano, siempre lo es.
Trabajes o no, grita como un gallo.
Abrís un ojo, es demasiado por el momento.
7:57 a.m.
Saltás como un resorte oxidado.
Algunos pasos y levantas la mirada.
Es tarde para bañarse y aún eso te detiene.
Volvés a caer.
8:39 a.m.
Tu cabeza no piensa y, expulsada por la confusión, decide.
Si la ducha resultaba atemporal, sólo vez tus zapatos, un jean y remera roja.
Un poco de perfume y a la calle.

Todo el viaje tendrás la sensación de olvido.
Vas a llegar tarde.
La emoción se le imprimís vos.
Pero pensá, si todo depende del humo de una noche, quizás sea hora de llamar a los bomberos.

02 noviembre, 2006

Campañas (2)

Semana del 6 - 12 de Noviembre: fomentemos la lectura
Regale un libro anónimamente.

Consígase un libro usado, uno bueno, de esos que cuestan unos 12 mangos y escríbale una dedicatoria pedorra como ésta: “este libro no está perdido, este libro te fue regalado por alguien que, aunque no te conoce, quería que lo leyeras.”
Coloque una dirección de email y espere, le puedo asegurar que quien encuentre el libro se comunicará con usted.

*Esta idea surgió, hace años, en una página que ya no recuerdo con el nombre de terrorismo literario. Y la idea prendió, al menos en mí.

Sinapsis (3), efímera utilidad

Cómo muchos argentinos, trabajo en una multinacional extranjera cumpliendo un horario oficinista. Me han germinado —¡ja!— como soporte IT & telefonía que, de por sí, ya me califica como un frustrado resentido. Quizá, sólo quizá, esa afirmación sea cierta.
Del grupo original que ingresó conmigo a esta compañía sólo quedamos tres (de casi veinte muchachotes); esto significa que los demás renunciaron o fueron eyectados porque:
a) su utilidad estaba agotada para la empresa (improductivos).
b) no se beneficiaban de su actividad y prefirieron buscar un beneficio mayor (en otro lado).
c) eran inútiles para las necesidades de la empresa (estorbaban).
d) se quemaron en mil batallas incongruentes (amenazaban algunos intereses).

En fin, creo saber en qué opción anotarme, ¿y usted?