28 julio, 2006

Sobre la fuerza (De Fortis [?])

Le dijeron al Redactor en Jefe: "El viernes todo listo, Martincito". Imagínense, le dijeron Martincito. Ustedes, público lector y reflector (o sea que reflexionan, a la vez que tienen forma de spot), no saben, no se dan una idea quién es ese hombre a quien un imprentero de Villa Urquiza (o algún suburbio semejante que recorrimos con ingenua nostalgia) llama Martincito. El Redactor en Jefe se va tiranizando lentamente, va tomando rasgos inequívocamente familiares. Lo vimos en fotos saludando a Truman, Churchill y De Gaulle, lo imaginamos en "1984" en una especie de TV plasma 500 pulgadas. Nuestro Redactor en Jefe se va Stalinizando, señores. Sus bigotes, su cara de tío con gusto por el vino pero con pequeños ojos indescifrables que tal vez -y eso es lo más terrible, no poder salir del tal vez- esconden una sentencia de muerte.
Ese hombre tendrá en su poder, en las próximas horas, el caudal de impresiones del segundo número. Éste existe. Está. Es. El número dos de ExtremaUnción ha sido parido. Y en la comunicación de este hecho que de tanta algarabía nos llenó, endureció posturas, fechas, afiló hachas y nos apuntó con un revólver diciéndonos "Bailá". Y me dijo por lo bajo, como si no hubiera remedio: "Ud. y yo nos tenemos que juntar a ver algunas cosas". El martes me reúno con él. Yo no tengo cara de Trotsky. Mi cabello está más firme, mis ojos son más verdes.
Espero salir vivo de allí.

Mujeres y hombres que quieren ser libres, criaturas del siglo XXI que guardan algo de esperanza de justicia en lo más profundo de su ser y quieren desperezarla, la cosa es inminente.

ExtremaUnción dos ya está latiendo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Beware of cheka, my friend.
Cordialmente,
Yo.

Marcelo (a) Richie Adler dijo...

Se imponen dos cosas, my friends:

* Si tenemos chekistas entre nosotros, se impone una purga interna (pero de los susodichos, no de los otros; interesante paradoja)
* Méndele deberá informar si sobrevivió al brote de panizztalinismo.

Yo lo ayudaría con algunos prismas Visitantes, Méndele, pero no consigo concentrarme lo bastante para encender el mío.