24 diciembre, 2006

La Resistencia (un post navideño)

Las papeleras.
Los edificios altos.
Los graffittis callejeros.
El hambre.
La estupidez.
La enfermedad.
La inseguridad.
La guerra.
La explotación.

Suelo decir que toda resistencia es legítima. Ya sea Juan Carlos Blumberg fantaseando meter presos a niños de 14 años, o la juventud idiota de Gualeguaychú reclamando frente al apocalipsis inmediato, o la juventud idiota de Caballito por la estética de su barrio, o la juventud idiota que un día es revolucionaria y otro ambientalista, un día rojos y otro día verdes.
De todos, de todísimos modos, toda resistencia es legítima. La resistencia permite "disciplinar", "limitar" las perversidades del sistema. Por más estúpido o ridículo que nos parezca el acto, los vagones incendiados en Haedo sirvieron para que TBA tuviera un poco más de decoro (sólo un poco) al brindar su servicio, a fin de evitar, justamente, la destrucción de la que es -ni más ni menos- que su propiedad privada.
Viajo con cierta regularidad en el tren Roca, y estoy seguro de que esos tipos tienen el suficiente cuidado de evitar situaciones incendiarias, literalmente. Los pasajeros del Roca son gente que labura, muchos millones de gente que labura y quiere llegar a su casa en Burzaco, Claypole o Turdera más o menos a horario. Porque está cansada de que la exploten, y quiere un poco de satisfacción. Y así sucesivamente.
Desde ya, Blumberg, en su reclamo de seguridad (el reclamo de Blumberg, dijo alguien muy lúcido, no es en contra de la violencia que encarna lo que él llama "inseguridad", sino en contra de la violación de la propiedad privada. Una casa desvalijada en ausencia de sus dueños no conlleva ningún tipo de violencia, y es un claro ejemplo de la inseguridad de la que se queja ese hombre, comiendo del cadáver de su hijo), le quiere vender a la sociedad una serie de sartas falaces y fascistas que no son el tema de este post. Al margen de eso, el reclamo por la "seguridad", si se quiere, es legítimo. El respeto a la propiedad privada está garantizado por la Constitución Nacional (arts. 14 y 17), nos guste o no. A mí mucho no. Pero está, y cada vez que votamos decimos "estoy de acuerdo". Yo también.
¿Cuál es el punto de todo esto?
Personalmente, estoy de acuerdo en que la estética de un barrio, la lluvia ácida y los amigos de lo ajeno son cosas que deberían ser corregidas. No es eso lo que objeto.
Objeto que las juventudes idiotas no se dan cuenta de que en Gualeguaychú, mientras la clase media feliz corta una ruta, hay muchos laburantes que no pueden ir a los cortes porque deberían faltar a sus trabajos, y simplemente no pueden hacerlo. Objeto a las juventudes idiotas que se quejan de la "inseguridad" sin darse cuenta de que el problema no es la propiedad privada sino la violencia, la violencia de cientos de millones de pendejos muriéndose literalmente de hambre, de cientos de millones de personas muriéndose de SIDA sin tener un mango para poder tomar agua limpia, de miles de millones de explotados que después de laburar 350 días al año tienen 15 para irse a cuatrocientos kilómetros para pensar que son felices.
Objeto que la juventud idiota no tiene consciencia de las magnitudes.
Objeto que la juventud idiota que mira con asco a los nenes que fuman paco o les venden una rosa en el Village Recoleta no se da cuenta (¿por qué no se da cuenta? me pregunto) de que ellos son también responsables de que la miseria esté ahí y ellos tienen la posibilidad de hacer algo por sacarlos. Algo que no necesariamente tiene que ser darles una limosna, o llevárselos a su casa.
Objeto que hay cosas mucho más graves, muchísimo más graves que la inseguridad, las papeleras y los edificios altos, y la juventud idiota se cree revolucionaria por quejarse de algo.
Objeto que haya alguien que lea esto y piense que "soy un ingenuo que quiere cambiar el mundo". Me cago en la gente que piensa que soy un ingenuo que quiere cambiar el mundo.

Quejarse, resistir, siempre está bien. Siempre.
El asunto es evaluar dónde están los problemas más urgentes.
Yo sé de qué me quejo, y sé por dónde encaro mi Resistencia.

¿Y vos? ¿De qué te quejás?

Feliz 2007.

10 comentarios:

mi otro yo dijo...

me quejo del olvido,de esa urgencia por hacer todo en la ultima semana del año. Me quejo de la gente sin respeto,me quejo de la falta de tachos de basura. y podría seguir pero mejor lo dejo ahi.
La onda sería no se queje si no se queja, no?
La resistencia y los pedidos sean por lo que fuesen o de quienes sean, siempre los creo validos.

Le dejo un saludos y un buen comienzo de año.

Méndele dijo...

Tal vez sí, la onda sea un poco esa. O bien, proteste según la dimensión de su queja, no sé si me explico. De todos modos, Su otro yo, gracias por el comentario y feliz agno.

Anónimo dijo...

Me puedo quejar por los trenes horribles y superpoblados que van al suburbano? Ay, no me peguen

Méndele dijo...

Bueno, sí, poder te podés quejar por los vagones asardinados del Roca, y todos los trenes con nombre de prócer. El punto (que, creo, no se entendió, problema mío y de mi retórica) es que quejarse está bien, el asunto es a qué queja se le da prioridad... creo que no logro explicarlo, igual. Má sí.

Anónimo dijo...

Seh. Vio que ahora parece que quejarse por la fachada de ciudad y los fumadores, es cool?. Dicen que el año que viene los freakies-snobs-hipersensibles se quejarán por la caca de los pájaros en los balcones, las baldosas flojas y Fernando Bravo, que seguramente volvera al ruedo con algun bodrio de verano. Chicos, apunten. Quejarse sobre alguna de estas cosas, seguramente calentará a alguna señorita igualmente freakie-snob-hipersensible.

Méndele dijo...

Fernando Bravo rulez!

Anónimo dijo...

Me quejo de la humanidad entera, la peor raza de seres vivos en la faz de la Tierra. Supuestamente tenemos inteligencia pero sólo la usamos en beneficio propio, para el instante inmediato y para intereses mezquinos e irrelevantes. No somos capaces de levantar la vista y de ver que el mundo es cada día un poquito peor...qué importa, cuando esto sea inhabitable ya estaremos muertos. Así de mierdosos somos.

Anónimo dijo...

mierdosos. Asi nos llama nuestro jefe macrista.

Anónimo dijo...

Si es macrista debe pensar que "mierdoso" es un halago.
(...)¿por qué trabajás para un macrista??...

Méndele dijo...

Apuntaba más o menos a lo que decía Daria. (¡Loco, llegamos a los 10 comentarios!)