12 marzo, 2007

De peronismus - pedacitos de conversación y esperanza

Antes que nada, debería dejar sentadas dos cosas: la primera, el siguiente post es más bien largo, así que pido paciencia; y la segunda es una prerrogativa: mi idea del peronismo cambia, digamos, de año a año. Es que no es fácil, es que es un miasma que se modifica, que la historia va modificando permanentemente. Es un presente que todos los días nos tiene una sorpresa. Eso es el peronismo.

I - El "primer peronismo"

María la del Barrio me hablaba de los cultores de aquel "primer peronismo", el de los cuarenta, el de los obreros en las calles, el de los cabecitas negras hablando de política y comiendo y siendo homenajeados por primera vez en la historia argentina. Los cultores de esas épocas son gente que cree en una revolución social, en un cambio colectivo, que tiene esperanza y encara todas las horas de todos días de su vida con amor y solidaridad. Los cultores de esas épocas, gente maravillosa y que vale oro, le dan el mérito de esos días, de esa esperanza, a Juan Domingo Perón en primer lugar, a Evita tal vez, a Kirchner por este presente de "izquierda". ¿Y el Perón de los 70's? No, no, me decía ella, el primer peronismo. La pregunta surgió:
El Perón de los 70's, el de López Rega e Isabelita, el fundador de la Triple A, el que echó a los Montoneros de la plaza (o ellos se vieron obligados a irse), el que amenazaba públicamente con sangre para "terminar con los marxistas infiltrados", ese Perón, ¿no era la misma persona de los 40?
Tenía a López Rega al lado, sí. Ahora, según mi óptica, Perón siempre fue una persona con el suficiente carácter para decidir a quién tener al lado y a quién no. Y en los 40's, cuando decidió aplastar al Partido Laborista que lo inventó como líder social, lo hizo sin dudar. Entonces, ¿qué tan genuino, qué tanta perspectiva de cambio revolucionario tenía ese Perón, si treinta años después decidió matarlos a todos, si subrepticiamente siempre se manejó más o menos igual? ¿Cómo puedo yo creerle a un líder que sembró esperanzas y después decidió quemar lo que cosechó con patoteros y encapuchados que se metían de noche en las casas de adolescentes y mandaban amenazas de muerte, que asesinaron a Silvio Frondizi, al Padre Mujica, a Ortega Peña y tantos otros? (Sobre Perón como creador de la Triple A, se puede leer http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota.asp?nota_id=884744)
Y seguimos concluyendo:
La esperanza en el cambio social es la esperanza en el cambio social. Y a mí me importan tres carajos las figuritas que ponen la cara, la esperanza está adentro mío y no la deposito en ningún cínico hijo de puta.

I.a - Evita

¿Y Evita? Evita era el departamento de márketing de Perón. Evita era la imagen y el discurso público antiimperialista ("...el capitalismo foráneo..."), eran los créditos a los pobres, las bicicletas, el amor por el pueblo, los hospitales. Pero como sucede en estos casos, el que autorizaba y dejaba de autorizar, el que ponía la firma y daba libre disponibilidad de fondos, era Perón.
Evita se murió en 1952, justo cuando empezaba a declinar la primavera peronista. Evita no estuvo con Perón en su exilio, no estuvo cuando llegó López Rega. Evita no estuvo en Ezeiza. Evita no estuvo en la plaza. Evita no estuvo en las reuniones en las que se empezó a pensar la Triple A, un grupo clandestino que actuaba para reprimir la "amenaza marxista". Evita no conoció la Revolución Cubana ni vio morir al Che.
¿Qué habría pensado ella del Perón del '73?
No hay respuesta, llevaba veintiún años muerta, su cadáver vagaba en la clandestinidad de una muerte nómade y anónima. Humillante. ¿Qué misterio enorme hay en esa pareja? Primera conclusión: Evita se le murió a Perón en el momento justo. Segunda conclusión: O en esa pareja había grandes conflictos o Perón fue un perverso hijo de puta con ella; pero esos son asuntos de alcoba.

II - La burocracia sindical

Ya nombramos a los cultores del "primer peronismo" (las comillas con mías). Ellos, depositantes de una fe en figuras políticas de turno, me han dicho, en otras conversaciones que son el pueblo, que el pueblo sostiene al peronismo. Yo lo niego rotundamente. Ellos, los esperanzados, los caminantes, los laburantes, no sostienen esa estructura. Al peronismo lo sostienen patotas que se cagaron a tiros en Ezeiza, que se cagan a tiros entre sí en San Vicente, que secuestran a Luis Gerez (situación que Kirchner aprovechó para culpar a los responsables del terrorismo de Estado, hasta que se dio cuenta de cómo venía la mano y todo terminó entre brumas. ¿O siempre supo cómo venía la mano?), que salen a saquear los 20 de diciembre de 2001 a la orden de un Duhalde que, cómodo en su residencia, miraba a la clase media en Plaza de Mayo tirar un presidente. Burocracias sindicales que transaron con los militares y las grandes empresas, que le hacen paro al gobierno que las empresas les mandan, que se mandan negociados terribles "en defensa de todos los trabajadores". Burocracias sindicales que llegan a los barrios representados por punteros políticos panzones y armados que meten miedo vendiéndole falopa a nenes y nenas y linchando a militantes de partidos de izquierda que intentan rasgarles una puntita de la torta.
Burocracias sindicales que responden a los nefastos y eternos caudillos del Gran Buenos Aires: tipos como Quindimil, Ishii, Alak, Villaverde. Ellos, todos ellos sostienen la estructura del partido más grande del país. Ellos tiran presidentes cuando les dan la orden. Ellos cagan a los trabajadores que dicen representar. Uno de ellos es Hugo Moyano. Pregúntele a Hugo Moyano, así como lo ve, dónde estaba en el '73, pregúntele qué era la Concentración Nacionalista Universitaria. Pregúntele si le obedecía al General cuando éste hablaba de aniquilar la infiltración marxista. ¿Dónde estaban todos estos gordos en los '70? Montoneros no eran: estarían muertos. Estaban haciendo lo único que saben hacer. Patotear a sueldo. Y pregúntese usted, estimado lector, qué vínculo hay entre los barrabravas de los clubes de fútbol y los partidos políticos. Pregúntese también por qué los clubes protestaron cuando le exigieron a Lanús pagarle a un remisero una indemnización por los incidentes que hubo en su cancha. ¿Acaso tienen responsabilidad? Pregúntese por qué Julio Humberto Grondona está en el mismo puesto desde 1979. Me fui un poco de la línea argumentativa.
Perón estableció lazos para construir una burocracia sindical adicta incluso antes de su primera presidencia, cuando era Secretario de Bienestar Social del gobierno militar de Edelmiro J. Farrell, no es un invento del "segundo peronismo", ni siquiera del primero. Es una construcción previa.
Lamentablemente, no es el pueblo genuino y luchador el que sostiene al peronismo. Ojalá fuera así.

III - Historia y crítica

Cuando se retomaron las audiencias por los juicios de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura, Duhalde dijo: "Esto termina en Perón". Duhalde no es boludo.
Si lee los diarios, aunque sea un poco, habrá leído por ahí que antes de los militares hubo una presidente que se llamaba Isabel Perón, y que bajo su mandato se promulgó el decreto de aniquilamiento de la subversión, o sea, las guerrillas urbanas (Montoneros y ERP, las más importantes). Raúl Alfonsín había dicho una vez que la idea del aniquilamiento era previa incluso al gobierno de Isabel. Pues bien, ¿quién fue el presidente al que sucedió Isabel Perón? Su marido, Juan Domingo Perón.
Antes de asumir su tercer mandato como presidente, Perón estuvo en reuniones con la alta jerarquía de su partido (aggiornada al lópezrreguismo) y elucubró la que sería la Triple A. Por más que esto se niegue una y otra vez, es cada vez más evidente. Eso se llama investigación histórica.
"No jodan con Perón", decía un cartel que apareció hace unos meses cuando este argumento empezó a cobrar algo de publicidad. No era ni siquiera anónimo: estaba firmado por el sindicato La Fraternidad, que agrupa a los maquinistas de trenes, con los sellos de la CGT y el de las 62 organizaciones gremiales peronistas al lado (link: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-79648-2007-01-28.html) ¿Por qué no se puede joder con Perón? ¿Por qué no se puede juzgar al líder que traicionó a su pueblo proyectando matar argentinos que lo invocaban a él mismo? ¿Por qué no se puede hacer una historia seria acerca de las continuidades entre los últimos gobiernos peronistas y la dictadura? Esto se llama dogmatismo.
Por más que uno siga a un líder, a un pensador, a lo que fuere, durante años, si tiene algo de consciencia histórica y juicio crítico, lo juzgará si amerita. La historia no es intocable, la historia está para ser pensada y repensada las veces que sea necesario o que se nos cante. Y si eso implica condenar al líder, al Primer Trabajador, se lo condenará. Y si implica condenar a San Martín, a Belgrano, a Castelli, a Moreno y a Saavedra, se los condena. Y punto.
De más está subrayar que el firmante del cartel era un sindicato. Dogmático, ejército de choque, carentes de neuronas, negociadores de sueldos por debajo de la mesa.

IV - Putas políticas

Con María la del Barrio concluimos que el peronismo es un movimiento de putas políticas. Esto significa que las figuritas de la estructura partidaria se colgarán de los calzoncillos del presidente de turno, se llame Perón, Menem, Duhalde, Kirchner o Piñón Fijo. Se pelean a ver quién sale más cerca de él en la foto. Quindimil empapeló la ciudad de Buenos Aires con una foto de él con Kirchner. Quindimil es el intendente de Lanús.
Como testigo tenemos a Carlos Saúl Menem, declarante. El ex presidente, en medio de su autismo cada vez más fascista, tiene algo rescatable: cuanto más viejo y más consciente es de que está muerto políticamente, más dice las cosas que realmente piensa. Se cita un reportaje publicado en Clarín el último 2 de marzo:

Periodista:
El kirchnerismo le dice [...] a usted que no es peronista por lo que hizo en la década de los noventa.
Menem:
Pero si ellos fueron colaboradores míos. Uno de los que más insistió con la privatización de YPF fue el actual Presidente y la mujer, que habló con todos los diputados y todos los que iban a intervenir en el proceso de privatización. Pero como un populista es un mentiroso consuetudinario... si hasta dijo que yo era el mejor presidente de todos los tiempos.

Con la declaración del testigo, podemos concluir que el actual presidente, que tanto detesta al riojano y tan mal habla de él, que tanto habla de derechos humanos y que los diarios estadounidenses tildan de izquierdista (lo que corrobora que esa gente vive muy, pero muy lejos de la realidad de América Latina) no es más que otra puta política. Pero el testigo amplía:

(hablando sobre la elección presidencial de 2003 y su renuncia al ballotage)
Menem: [...] no fue sólo una decisión mía. Estaban Juan Carlos Romero (N. del R.: gobernador de Salta con reelección indefinida), Ángel Maza (N. del R.: gobernador de La Rioja, con algunos inconvenientes en estos días), mi hermano Eduardo. Todos me aconsejaron que no vaya.
Periodista: Casi todos son kirchneristas ahora.
Menem: Ya lo sé. No hace falta que me lo diga.
y más adelante...

Periodista: ¿En qué quedamos? ¿Se puede ser peronista y de centroderecha, entonces?
Menem: Por supuesto. Cualquier cosa menos de izquierda.
Periodista: ¿Los peronistas de izquierda no existen?
Menem: Pueden autodenominarse así, pero el PJ no es de izquierda.

(para leer la entrevista completa remítase a http://www.clarin.com/diario/2007/03/02/elpais/p-01301.htm)

Carlos Saúl Menem, que se proclama como un auténtico peronista, nos describe el peronismo. El mismo Carlos Saúl Menem que en 1989 habló de la Revolución Productiva y de la alianza con Cuba. El mismo Carlos Saúl Menem de la pizza con champán y el 1 a 1 de los noventa, el mismo ser siniestro que un día, en un acto proselitista en La Rioja dijo, ante su divertida audiencia, riendo y sudando cinismo del más perverso: "Si yo decía lo que iba a hacer en el 89, no me votaba nadie". Los intendentes del Gran Buenos Aires, Kirchner, el propio Menem, Duhalde (primero su vicepresidente y después su enemigo en la provincia de Buenos Aires), y tenemos una lista interminable, son ni más ni menos que putas políticas que se pegan como moscas al presidente peronista de turno. Primero de izquierda, después de derecha, después de izquierda. Ahora bien, ¿quién fue el primero, el que inauguró esta tendencia camaleónica del peronismo que se mueve como un péndulo? ¿Quién fue el héroe del Estado de Bienestar y del proletariado argentino, que después derivó en paladín clandestino y siniestro del anticomunismo?

Juan Domingo Perón.
La Primera Puta Política.

Epílogo

Aún así, los cultores del "primer peronismo" lo tienen como el Salvador. A veces es necesario aclarar (tal vez sea tema de un post futuro) los logros históricos del pueblo bajo el gobierno de Perón: los derechos de los trabajadores con status constitucional, el voto femenino, un sistema educativo paralelo basado en la enseñanza de oficios para gente de bajos recursos, una Universidad Obrera Nacional (la actual UTN) que, además de enseñar carreras, incluía contenidos sobre leyes laborales dentro de los programas. Tratando de no extenderme mucho más, aclaro que fue la única vez en que una iniciativa gubernamental argentina buscaba crear consciencia de clase en el pueblo trabajador.
La historia crítica consiste en sacarse las manos de los ojos y valorar la realidad y la historia que nos ha tocado y de la que somos protagonistas de la manera más completa posible, haciéndonos cargo de lo que nos corresponde como pueblo, para saborear y apuntalar sus glorias, para condenar y aprender de los errores.
Errores que nos siguen costando sangre y muerte.
Errores que debemos mirar, analizar y no olvidar.
Errores que cometimos, y cometemos, todos.
Errores que vamos a corregir, comenzando por pensar un futuro donde haya sol.

17 comentarios:

Unknown dijo...

Pero entonces, cuando usted me dice gorila, no me está insultando. Mire, por todo lo expuesto, se podría afirmar que el peronismo es como el catolicismo: a los fieles les hace bien, pero el fin último que busca el movimiento es una cagada. Y eso, perdone que se lo diga, hace del peronismo uno de los grandes problemas de este país. No el único ni el peor, pero tira para abajo como piedra atada al pie.
Cordialmente,
Yo.

Méndele dijo...

Más que el peronismo, yo creo que uno de los grandes problemas es la burocracia sindical. O sea, decir "el peronismo es el gran problema de este país" es hacer una generalización un poco burda y, además, cliché: un cliché gorila. El asunto es desmenuzar, errante. Con la frialdad de un cirujano. O de un ciruja.

Unknown dijo...

Mire cómo agito la banana, ¿eh? Mire...
Cordialmente,
Yo.

Vontrier dijo...

Estimados:

Los encontré gracias al sagaz JuanBe.
Como una de las primeras compradoras del N° 1 de Extrema Unción, celebro la publicación blogger.
Marcha un linkeo.

Salú.

Méndele dijo...

Muchas gracias Vontrier por darse una vuelta por nuestro ¿transitorio? reemplazo de la edición impresa. Lea y critique.

Saludetes.

silvia camerotto dijo...

se debe partir de uno para llegar a lo social. no hay otra.

Victoria dijo...

Epa. Lo que hizo una tarde al pedo en Adrogué, no?. Me gustó que nombraras a Piñon Fijo, es super dulce y JAMAS podría ser una puta política (dejame creerlo por dios)

Méndele dijo...

A mí Piñón Fijo se me hace medio come-nenes. No sé, es una cuestión de perspectiva.

Victoria dijo...

Escuchaste las canciones de Piñon alguna vez?. Son super peronistas. Ojito.

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Yo en usted creo, Mendele, pero sigo sin comprender porque la figura de Perón resulta tan intocable.
Quizás sea algo transitorio o transitivo.

Abrazo Rockero

Méndele dijo...

Supongo que lo de la intocabilidad de la figura de Perón tiene que ver con el dogma y (en consecuencia) con intereses clarísimos. Nadie es intocable. Viva el manoseo histórico. (¡11 comentarios!)

Anónimo dijo...

El problema es tu "iluminismo racionalista". Parece que tenes "ideas"...."mi idea del peronismo..." pero hoy esta claro que en las "ideas, en los universales abstractos" no hay nadie ( Deleuze dixit). Y el peronismo fue ( y es para los que lo sienten como tal ) "un sentimiento" y para muchos millones de argentinos "las efectividades conducentes", como diria Don Hipolito , de la dignidad hecha aguinaldo,salario, vivienda, derechos sociales, vacaciones,educacion justicia,.,,,pero desde "el singular concreto". pero que pena...no eran los obreros idealizados, los intelectuales desprolijamente prolijos con sus rutinas librescas y su profuno asco por el pueblo... no . Eran los cabecitas negras, "el subsuelo de la patria revelado... los obreros , los hijos del interior y los hijos y nietos de los inmigrantes. ( Que materialistas no, queriendo "cosas materiales" como salario, jubilacion, vacaciones....)
Te equivocas, a Peron no lo invento el partido Laborista ni Peron invento la burocracia sindical. ( es más esa burocracia ya existia y era la del PC¡¡¡¡, o me vas a decir que los muchachos stalinistas eran progres...))
Lo invento el pueblo que se sintio reinvindicado en su dignidad basica.
Pero claro son sentimientos
( emociones brutas de gente ignorante que aparte tuvieron la desfachatez de reinvindicar las alpargatas sobre los libros).
Estimado escritor, las personas somos mas modestas que tus ideas... y la historia sencilla de la gente de nuestro pueblo tambien.
Hasta la proxima.
un tio

Méndele dijo...

Bueno, si vamos al caso de "iluminismos racionalistas", tu visión del pueblo: "Eran los cabecitas negras, "el subsuelo de la patria revelado... los obreros , los hijos del interior y los hijos y nietos de los inmigrantes. ( Que materialistas no, queriendo "cosas materiales" como salario, jubilacion, vacaciones....)", y "( emociones brutas de gente ignorante que aparte tuvieron la desfachatez de reinvindicar las alpargatas sobre los libros).
Estimado escritor, las personas somos mas modestas que tus ideas... y la historia sencilla de la gente de nuestro pueblo tambien", me suena a la teoría del buen salvaje, tan cara a los iluministas recalcitrantes del siglo XVIII.
Al margen de eso, cuando digo "mi idea del peronismo" es por una cuestión de modestia, para no dar impresión de pretender venirle a contar (a quien lea) una verdad absoluta: no la poseo, ni la posee nadie. Me dan mucho, muchísimo más asco los intelectuales prolijamente desprolijos y que hacen publicidad de su "progresismo" que los "cabecitas negras" que se comen un asado en una obra, por poner un ejemplo. Como puse sobre el final del post, los logros del pueblo bajo el gobierno de Perón son innegables (los logros, repito, del PUEBLO, y no de un tipo copado que tuvo la buena onda de regalarle al pueblo beneficios sociales, cosa que desde el peronismo no siempre se suele entender, cuando se le agradece al General por ellos en carteles), aclarando, por supuesto, que se estaba siguiendo un paradigma mundial que tenía que ver con el Estado de Bienestar, que no era otra cosa que una manera de evitar la lucha de clases. Perón, en su charla en la Bolsa de Comercio en 1946, le dijo a la burguesía nacional que él venía a hacerles ni más ni menos que un favor, y era neutralizar la lucha obrera.
Y los sentimientos... los sentimientos eso son, y no puedo denostar que la gente sienta algo por un pasado maravilloso en muchos aspectos, yo mismo lo haría, si tuviera un lindo pasado histórico vivido al cual remitirme. Lo que trato de hacer es, simplemente, aplicar una visión crítica de las cosas, ni más ni menos, que no tiene que ver con anular sentimientos ni con racionalismos rancios, sino con hacerse cargo del pasado que se tiene como pueblo y como individuo, más allá de los afectos, en las glorias y las miserias. No sé si mis ideas son modestas o las personas lo son, pero la historia es compleja, mucho más compleja a medida que se lee y se avanza, a medida que aparecen cada vez más dudas y menos certezas. El asunto es que circulen las ideas, que se tomen, se critiquen, se desechen, pero que se mastiquen primero. Si no, si nos quedáramos en el afecto y los sentimientos, los que verdaderamente tienen el poder nos pasarían por arriba muy fácilmente. Y no es esa mi concepción de la lucha, tío.
Igualmente, muchas gracias por los comentarios, por el tiempo invertido (intelectual y material) para volcarlo acá, y por el cariño que hay en ellos.

Unknown dijo...

Oiga señor Tío:
A mi me dicen gorila, no sé por qué. Creo que es porque el movimiento no tolera la crítica y se refugia en la figura del oligarca. Tiene usted razón en cuanto al surgimiento del fenómeno social pero eso no se condice con lo que es el movimiento ahora. Ni siqueira con lo que es desde hace muchos años.
Cordialmente,
Yo.

P.D: de lo contrario deberíamos acordar con el amigo Maquiavelo con que el fin justifica los medios. Aunque el fin del movimiento y del propio Perón fueran diametralmente opuestos.

Anónimo dijo...

No aclare que oscurece
Pese a la recomendacion, algunas aclaraciones: Lo de "cabecitas negras", "subsuelo de la patria rebelado", etc es de Scalabrini Ortiz, testigo presencial, en su cronica del 17 de Octubre, por otra parte una magnifica cronica.
Lo de "materialistas" y "emociones brutas, etc son ironias, eso sí si hay que explicarlas...no sirven.
No tengo nada contra las ideas y tambien me gustan y prefiero que circulen , se debatan. Prefiero eso si que se nutran de la realidad, que se peleen con la realidad, que nos sirvan para comprenderla y transformarla.
Y es sano reconocer que a veces hay Pre-juicios,velos, imagenes congeladas que nos tapan aspectos de la realidad y que una cosa es la cronica historica y otra la "memoria" siempre impactada por subjetividades personales y condicionamientos sociales, desde ya tambien y especialmente por emociones no?
Respecto a la concepcion de la lucha, volviendo a Peron, la cuestion era la "cuestion social" , el objetivo era la justicia social, no la lucha de clases, que para algunos es una ley cientifica consagrada por el dogmatismo de la religion secular en que algunos han petrificado el pensamiento marxista.
En fin todavia de confunden los medios con los fines.
Ultima aclaracion. Me estoy refiriendo a Peron, no a las versiones post peronistas.
Un aporte final. Recomiendo la lectura de Las Ciudades invisibles de Italo calvino, especialmente una de ellas, Despina.
"Las ciudades tienen la forma del desierto al que se oponen"
Es una buena entrada para pensar los desiertos a los que se "opuso" el peronismo en su nacimiento y "las formas " que recibio de ellos.
Un ultimo comentario esta vez de la mano de Hanna Arendt. Lo pero del desierto es cuando sus "tormentas de arena" invaden las ciudades y confunden el afuera y el adentro, el desierto con el oasis. Algo asi nos fue pasando en Argentina cuando lo peor del desierto invadio y confundio nuestras ciudades, incluido el peronismo.
Hasta la proxima.
Un tio persistente.

Marcelo Huerta dijo...

Señor Tío, su argumento, que seguramente será del gusto de muchos, consiste en considerar las ideas, el fruto del pensamiento, como algo a lo que hay que oponerse, en contraposición a lo que se siente, lo que lleva en las tripas, en el corazón, o en la víscera que le resulte más simpática.

Además dice Ud. claramente que las ideas "deben basarse en la realidad", como si fueran, en principio y por definición, cosas ajenas a ella, inventadas por intelectuales que, por el hecho de serlo, son una clase separada de la gente "sencilla" a la que no comprende.

Se trasluce de su texto que Ud. sólo considera verdad lo que surge de la emoción. De allí a creer "lo siento, por lo tanto es verdad" hay un solo paso. Un paso erróneo. Su discurso me hace sospechar que ya tiene media suela encaminada en esa dirección.

Recuerdo al inmortal Carl Sagan, uno de los mayores difusores de la ciencia y el pensamiento racional. Más allá de la opinión que tengan los titulares de este foro sobre el Sr. Sagan, lo cierto es que el artículo de Méndele es una prueba viva de lo que Sagan propone todo el tiempo: basarse en los hechos, y no en las emociones, para analizar la realidad. A Sagan le preguntaban siempre si "creía" en los OVNIs. Él decía que la probabilidad era baja, que él esperaba que hubiera vida en otros mundos, pero que no había pruebas. El interlocutor no entendía. Siempre le preguntaba por su "sensación visceral". Decía Sagan a esta altura que pensar con otro órgano que no sea el cerebro por lo general nos mete en problemas.

Creo que sus posts, Sr. Tío, adolecen de ese problema. Son principalmente viscerales, mientras que el amigo Méndele intenta, con bastante suerte, ser racional y analizar los hechos basándose en los datos existentes.

Mientras el argumento futbolero "es un sentimiento" siga esgrimiéndose como si tuviera algún valor racional, como si sirviera de prueba en sí mismo, seguiremos sumergidos en la barbarie, la ignorancia y el automatismo político.

Méndele dijo...

Bueno, Tío, iba a escribir algo parecido a lo que escribió acá Richie Adler... fundamentalmente en la cuestión del sentir y el analizar la historia. Sentir está perfecto, así somos, podemos ser hinchas de Boca y sentirlo, sentir amor por alguien, sentir bronca por alguien o algo. Nadie está haciendo una antítesis, nadie (yo no al menos) está haciendo un descargo contra el sentimiento, pongámoslo así. Lo que sucede es que ser hinchas de Boca, o amar u odiar a alguien, es algo individual, que nos ha tocado alguna cuerda íntima que nos hace reaccionar así o asá. Pero esa cuerda íntima es únicamente nuestra, y es intransferible. Con esto voy a que para analizar nuestro pasado como pueblo, o como sociedad, no podríamos nunca usar los sentimientos porque somos muchos y todos tenemos una historia, una memoria, particular, única e íntima. O sea: yo estoy de acuerdo con tu visión acerca de la Historia y la Memoria (¿tuvimos una conversación al respecto? Tal vez.), y es precisamente por eso que trato de analizar la cosa con las subjetividades del caso (todo análisis histórico es subjetivo, no hay vuelta que darle), pero con la mayor seriedad que mi ignorancia y mis 27 años me permiten.
Respecto de la lucha de clases, lo tomo no sé si tanto como ley histórica marxistolítica (lítico de piedra), no creo en las leyes históricas como tampoco soy marxista, pero sí como herramienta de análisis. La lucha de clases existe o no, está apaciguada o al rojo vivo, eso es todo. Y Perón, vos mismo lo escribís, no tenía por objetivo la lucha de clases, y hay gente, dentro del peronismo, que sí lo piensa así. Ahora, acerca de su interés por la cuestión social, aún estoy debatiéndome y preguntando por ahí y buscando al respecto, ya que el paradigma mundial era el Estado de Bienestar y lo imperioso en un país como este (satélite, siempre satélite) era frenar el comunismo, cosa que Perón logró y cómo... así que eso, sumado a su actitud de los 70 (y esa es una pregunta que está en el texto: el Perón de los 70, ¿era peronista o post-peronista? Yo creo que nunca dejó de ser peronista, y ahí está el asunto), me hacen desconfiar un poco de su interés. Pero sigo sosteniendo (y lo haré cada vez que pueda) que los logros del pueblo (repito, el pueblo) bajo el primer gobierno de Perón fueron, tal vez, el único momento en que ese pueblo vivió una bonita primavera en toda la historia argentina.