30 agosto, 2006

Máximas de la merienda (4)

A veces el error más grande, los momentos de incertidumbre vertiginosa en un lugar y un momento dado, las estupideces más simples, se transforman en un gran acierto. Cada día me convenzo más de eso. Esta última oración también es parte de esta máxima.

1 comentario:

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Y bien que hace en convencerse.
Pero eso no se llama experiencia, sino cojones.

abrazo de gol