San Vicente, dos semanas después

Desde EU!, tenemos la teoría de que en la imagen de "Madonna" Quiroz abriendo fuego en la nublada tarde del 17 de octubre, se resumen todos los problemas del país.
No, no, lector. Dije "resumen", no que sea "el" problema.
Paso a explicar.
Ahí iba el pueblo peronista a homenajear una vez más a su líder muerto (hace treinta y dos años, vale aclarar) y mutilado, una vez más.
Alguien dijo que un peronista es lo más parecido a un argentino, y estoy totalmente de acuerdo. Pero eso es otro tema.
Está en la Nación argentina la insoportable nostalgia de un líder con todas (las cinco) las letras, un líder de esos de un antes y un después, un líder que condiciona la forma de hacer política, de elegir, de buscar el cambio, de educar, de dar de comer a quienes están en los márgenes de esta sociedad perversa.
Ahí iba el General, muerto, tan muerto.
Y sus millones. Treinta y siete millones.
Sin un gran conocimiento de causa, me atrevo a afirmar que la forma más básica que tiene el PJ de hacer política es el clientelismo, la entronización eterna de algunos caudillos pedorros (Quindimil, Ishii, y otros tipos así de simpáticos). Esos caudillos manejan un territorio, y delegan poder. Delegan y delegan, en relaciones feudovasalláticas, hasta las bases más bases.
Cuenta una anécdota que una militante del PO quería abrir un merendero en Longchamps. El hermano de "Madonna" Quiroz, a la sazón un puntero político de Longchamps, también quería abrir uno, pero con el logo del PJ, claro. Y así sumar porotitos.
La militante del PO fue amenazada de muerte.
La militante del PO apareció más tarde en un claro, desmayada con un golpe en la nuca, con una cruz esvástica marcada a fuego. Como al ganado.
Por este tema, se hizo una marcha al municipio de Almirante Brown. Había punteros.
Uno dijo: "Pero nosotros no la secuestramos por el merendero".
Hay testigos de esas palabras.
Ese es el manejo regular que hacen los punteros del PJ en las zonas pobres del Conurbano. Y, seguramente, el modus operandi regular de los punteros de otros partidos en otras zonas, quién sabe. Esto es una suposición. Una suposición de esas que tienen mucho gusto a certeza.
Claro, ¿cómo se extirpa el cáncer? Vaya a saber.
"Madonna" Quiroz era el chofer del hijo de Moyano, Pablo. Secretario General del Sindicato de Camioneros.
La Patria Sindical Peronista es una fuerza del choque de los elementos más perversos del PJ, que la utilizan o bien para acumular poder, o bien por venganza, ambos casos plagados de un cinismo feroz e increíble. No se puede creer que un Duhalde, o algún otro pez gordo de ese estilo, sonría mirando los destrozos de una sociedad que él mismo provocó, si es que él lo provocó para vengarse de K.
El mismo Duhalde que el 20 de diciembre de 2001 levantó un teléfono, marcó un par de números de esos punteros y dijo: "ahora". Y, sumado a la clase media que sintió un dedo en el esfínter anal cuando alguien dijo "corralito", tiró a un presidente de la Nación demasiado inepto, claro está.
He ahí el problema. Pero no es el problema más grave.
El problema más grave somos quienes estamos de este lado. Sos vos.
Vos, que miraste a "Madonna" Quiroz a los tiros y pensaste "¡Qué barbaridad!, Sarmiento tenía razón, civilización y barbarie. Estos negros." y cambiaste de canal para poner otra vez a Tinelli.
Vos, o tus viejos, que hace treinta años se aliviaron cuando un general flacucho y de bigotes tiró a Isabel, otra presidente demasiado inepta. Tal vez porque en un principio sólo era una bailarina de revista en Panamá. Ahí la conoció Perón.
Vos, o tus viejos, que se hicieron los boludos mientras se moría una generación entera en manos de sádicos que ni el Marqués de Sade imaginó en la peor de sus pesadillas. Que violaban y torturaban adolescentes, embarazadas, entre otros.
Vos, los del "por algo será".
Vos, que un día de 1983 te despertaste pensando que la democracia es el mejor sistema de gobierno del mundo y te indignaste -tan de repente- de los horrores de los últimos siete años. Siete años pensando que era un problema de dos demonios: unos guerrilleros desbocados y unos generales medio sarpados. Vos, que viviste esos siete años en un limbo tan cómodo. Festejando el Mundial '78, a falta de un Tinelli que te estupidizara (más).
Vos, que votaste a Menem dos veces porque te podías ir a Miami, sin detenerte en lo absurdo que sonaba todo. Porque Menem te caía mal, muy mal, pero lo votaste en el '95 cagándote de risa, pensando en ir a un telo caro porque era tan pero tan barato. Lleno de cinismo. Del peor.
Vos, que un día en el que ese absurdo se vino abajo, saliste a la calle y de nuevo te sentiste tan revolucionario. Vos, que tan descaradamente cantaste "Piquete y cacerola, la lucha es una sola". Vos, que solamente reaccionaste cuando te metieron la mano en el bolsillo. Pero que ni se te cruza reaccionar cuando el resto del mundo se muere, se desintegra, se caga de hambre. Porque decís "¡Qué barbaridad!" y ponés a Tinelli otra vez.
Vos, que después de cantar eso te quejás de que los piqueteros no te dejan llegar. Estos negros.
Vos sos el problema, no "Madonna" Quiroz.
El problema no es ni la civilización ni la barbarie. Es esa mezcla repugnante que tenés como valores.
Vos, y nadie más que vos.
El General está muerto.
No tiene manos.
Vos las tenés, pero solamente para cambiar de canal.
Vos.