18 noviembre, 2006

Sobre la historia (gracias sr. Hobsbawm)

Algún profesor dijo una vez que para entender la historia de un país de manera crítica, no hay que haber nacido en él.
Y me generó una gran duda.
David Rock, John Lynch, entre otros, son anglosajones que se dedicaron a escribir sobre Argentina. De hecho, David Rock se mandó una grosería que se llama "Argentina 1516-1987. Desde la colonización española hasta Alfonsín". Grosería en el buen sentido, quiero decir: escribir historias tan extensas en el tiempo no es joda.
Pero estaba en la duda.
Una vez escuché a Carlos Fuentes (ese escritor mexicano tan, pero tan repugnantemente soberbio) hablar sobre el peronismo: pensé "este tipo no entiende nada".
¿El que no entiende nada es él o el que no entiende nada soy yo?
El peronismo es uno de los grandes misterios historiográficos que, por su magnitud y más aún por su cercanía (temporal, material, ideológica, espiritual), se nos hace muy difícil a los argentinos desentrañar.
Aún así, tengo la impresión de que esa misma cercanía, y ese llevarlo en la sangre (seamos o no peronistas, lo llevamos), nos da cierta ventaja. Pero puedo estar categóricamente equivocado.
Uno de los ejemplos que dio mi profesor para darse la razón fue el análisis que se hace en todo el mundo de la esquizofrenia de Bush, mientras que en su propio país lo siguen votando (aunque ya no tanto) y tiene a muchos intelectuales justificando sus quimeras.
Aunque creo que haber nacido en el país que se analiza, con sentido crítico, vale más que la ventaja de ser un extranjero.
Ahí está el asunto. La visión crítica.
Ser local, tener nuestro cuerpo teñido de la sangre que nos costó (y nos cuesta) andar en la historia y descubrirnos, entender perfectamente los horrores que se nos presentan, comprender lo injustificable, nos sitúa como protagonistas. La visión crítica, nos da la posibilidad (tan pequeña, tan maravillosa) de cambiar el rumbo de nuestra propia historia.

6 comentarios:

FlorM dijo...

Interesantisimo, para mi ser protagonista tiene sus ventajas que superan los efectos negativos, El historiador que participa temporo-espacialmente de un hecho particular, pienso que tiene ese elemento subjetivo a su favor ,siempre y cuando lo equilibre o contraste con las visiones ajenas a nuestra idiosincracia que le permitan abrir el espectro de reflexion mucho mas global .. El otro dia, tuve que soportar por unos minutos el programa de Mirtha legrand y justo estaba Pergollini y Pigna, y este ultimo , reconocio abiertamente que era (deliberadamente)subjetivo en todos sus trabajos, no se si esta bien o mal, son posiciones ... Personalmente pienso que una vision critica se elabora a partir de un abanico muy amplio de enfoques sobre el un mismo acontecimiento y sin duda haber participado del mismo me parece sumamente util, las cosas encajan mejor con un conocimiento a priori de la sociedad, de la tradicion, etc o no , de ser asi , el desafio del historiador es mayor y mejor...
Ya que lo trajiste a Peron, si es verdad: puede resultar un enigma o un simple movimiento popular de masas intensamente vivido por la nacion argentina , por lo tanto me parece que lo antedicho admite varias excepciones y una de ellas es el hecho de que aquel que quiera hacer historia y haya jugado en su infancia con su primer pelota de futbol caida de las manos de Eva Peron o el mismo Peron, esta psicologicamente inhabilitado para hablar objetivamente de la epoca peronista... bue parece que siempre termino contradiciendome pero aclaro que es solo una excepcion ...
Saludos

Méndele dijo...

Gracias, FlorM, nuevamente por aparecer en el blog. Ya dejaré mensajitos.
Ser protagonista de la Historia, de nuestra Historia, es algo que -espero- pueda transmitir cuando sea docente, para eso me formo. A mi entender, tener una visión crítica, más allá de lo que vos mencionás sobre el abanico de enfoques que uno tiene que contemplar, que es un paso imprescindible, pasa por entender las motivaciones que cada actor y/o sujeto histórico tuvo en su momento, y por restacar lo bueno y lo malo (en los propios términos del historiador, y por ahí pasa la subjetividad de la que hablaba Pigna) de cada proceso. De hecho, creo que nunca habrá un proceso completamente malo o completamente bueno. Todo tiene sus pro y sus contra. Algunos -la mayoría, por no decir todos- abundan más en las contras. Respecto de la subjetividad de Pigna, más allá de lo denostado que es en los ámbitos donde se estudia la historia (hay tanto de envidia en el asunto Pigna), el tipo me parece medio chantún, aunque sirve, al menos, para que el público masivo se interese por la historia. Qué se yo. Pigna ha vendido en tres años más de lo que algunos popes de la historiografía argentina han vendido en toda una vida de estudio. Y sus sentencias son un poco fuertes: el otro día leí su pasaje acerca de la muerte de Moreno en uno de sus "Mitos..." y es un poco sarpado. Todo historiador es subjetivo, desde el momento mismo en que hace un recorte (influido por su contexto, por sus valores, por sus vivencias, por sus necesidades) de su objeto de estudio, pero me parece que se puede ser un poco más crítico, precisamente. El pasaje sobre Moreno es una Oda al Revolucionario Solitario y Su Injusta Muerte. Las cosas se pueden hacer de alguna manera un poco más científica. Pero sí, FlorM, el historiador SIEMPRE es subjetivo. El que diga lo contrario, sencillamente miente.
Conozco casos de personas que leyeron el libro de lectura de Evita y son bastante críticos del peronismo. Como también conozco casos donde le debían fidelidad al General y terminaron odiándolo. Pero pasa con todos los procesos históricos, pasa en las mejores familias, pasa en TNT. Yo no tengo -no sé si a esta altura puedo tener- un juicio terminante sobre el peronismo. Que sea un misterio no lo hace indescifrable, y tengo la esperanza de que podamos algún día entender de qué va (porque el tipo está muerto, como ya dije, pero a la vez tan vivo) el asunto. Una vez postulé que lo que necesita el movimiento peronista para poder avanzar es hacer una fuerte autocrítica. Y se me cagaron de risa. Es que parece, realmente, tan difícil que eso suceda... yo no pierdo las esperanzas.
Creo que nadie está psicológicamente inhabilitado para nada, a lo sumo tremendamente condicionado... no me gustan los determinismos. El determinismo es dar las causas por perdidas, y -en este momento de mi vida, al menos- no pienso dar nada por perdido. Si estudio Historia, si quiero ser docente de Historia, es porque tengo la convicción de que se puede modificar una ideología presentada como única e imperturbable. Y, por el momento, nada ni nadie me hará cambiar de opinión (a veces soy un tipo tan gracioso). Tengo compañeros, troscos algunos, que dicen que la educación es un medio para reproducir el sistema y nada más, que no hay nada que uno pueda hacer. Entonces, ¿para qué estudiás, si te parece que está mal y no podés hacer nada? Yo estudio porque sé que adentro de un aula, dentro de un sistema reproductor, puedo frenar esa máquina y volverla en contra de sí misma. Espero poder hacerlo.

Unknown dijo...

En problema que veo en su visión del peronismo, mesié, es que usted lo piensa como un movimiento homogéneo.
Recuerdo las raíces del General y verá como está más emparentado con su último gobierno (y el del malaleche) que con el socialismo de su primera época.
Cordialmente,
Yo.

P.D: y sí, si usted lo desea, me cuelgo de una rama.

Méndele dijo...

Antes de mandarlo a colgarse de una rama, Nñ Rrante, le tengo una pregunta: ¿usted conoce algún movimiento social histórico que haya sido homogéneo después de cincuenta años?
Nómbreme uno.
Creo que ya hablamos de esto, y yo juré y perjuré que no, que no lo veo así.
Y decir que era socialista, al principio es osado. Al menos que se refiera al Partido Laborista y al pobre capado de Cipriano Reyes, a la sazón católico romano... ¿es compatible el socialismo de mediados del siglo XX con el catolicismo? Tema para una tesis. Le pregunto a mi hermana (?).

Unknown dijo...

Respondiendo a su pregunta (mientras agito una banana a modo de desafío) le comentó que el peronismo no fue homogéneo ni en sus comienzos.
A modo de ejemplo: el carácter represivo de su líder, la censura sobre los opositores políticos (más allá de los oligarcas), la represión ilegal (que la hubo), etc.
Todo eso marca un perfil claramente fascista.
Pero yo entiendo por qué usted está fascinado con el peronismo.
Cordialmente,
Yo.

Anónimo dijo...

Indefectiblemente uno se "peroniza" con el tiempo. Me lo dijo un compañero de facultad hace muchos años y el otro dia cortando el pasto me di cuenta que mucha gente habla paparuchadas sobre el peronismo. Dentro de un tiempito te cuento qué onda Mendele...